Divinidad adorada por Argón, señor del Castillo de la Roca, y sus vasallos, sarracenos contemporáneos de José de Arimatea. Forma parte de una tetralogía de dioses paganos que completan Mahoma, Júpiter y Apolo o Cahú. Es invocado por el gigante Tharús junto a Júpiter y Cahú para que le ayuden en su combate contra Grimal. Atestiguado también en la épica francesa altomedieval, el sentido de este curioso nombre ha provocado varias conjeturas eruditas: derivaría de terra vagans, un espíritu terrenal que mora en las tinieblas; sería una forma alterada de dioses como el Thor escandinavo, Thingsus o el Tuisco germánico; se remontaría a un supuesto Trivigante (de Trivia, es decir, Diana, la diosa de las encrucijadas y hermana de Apolo, a la que, como queda dicho, se asocia Tervagán); o sería una formación a partir del latín terrificans.