Hay varias capillas en ruinas que, en los diferentes relatos, reciben el nombre de Capilla Arrasada, y todas tienen en común el hecho de albergar tumbas. En Deus Espees, la Capilla Arrasada es el lugar en el que están enterrados los cuerpos de Menelaís y Bleheri, padre este último de Meriadeuc, el héroe de la novela. Allí es donde Lore de Cardigán obtiene la espada que lleva ceñida y que no es otra que la de Bleheri. Será Meriadeuc el único que consiga soltársela y quedarse con ella. Ésa es la razón de que se le llame el Caballero de las Dos Espadas. En Galehaut (Vulgata), Galván y Héctor encuentran en la Capilla Arrasada las tumbas de Canaam y sus doce hermanos en las que están clavadas de pie las doce espadas que habían pertenecido a los caballeros muertos. De esas trece tumbas, la que está en el centro, es decir, la de Canaam, arde sin cesar. En una inscripción se lee que el fuego no cesará hasta la llegada del Caballero Desventurado, que por su lujuria ha perdido las aventuras del Santo Grial. Ese caballero es evidentemente Lanzarote. Galván y Héctor intentan acercarse, pero las espadas les golpean, obligándoles a retroceder. Por último, en Perlesvaus, la Capilla Arrasada se encuentra dentro del Cementerio Peligroso. Dandrane, la hermana de Perceval, va allí a pasar la noche con el fin de conseguir el mantel que cubre el altar de la capilla, ya que un ermitaño le ha dicho que el enemigo que las asedia a ella y a su madre, el malvado señor de los Pantanos, sólo podrá ser vencido si ella tiene ese paño litúrgico. En lo más oscuro de la noche, Dandrane penetra en el cementerio, que está cubierto de horribles tumbas y lleno de malos espíritus. Aterrada, la doncella avanza hacia la capilla, que es pequeña y antigua, y se refugia dentro. Allí reina una gran claridad. En el centro de la estancia hay una imagen de la Virgen, a la que Dandrane se encomienda. Una voz misteriosa le revela que el Rey Pescador ha muerto y que el rey del Castillo Mortal se ha apoderado del Castillo del Grial. Dandrane toma el mantel y, al amanecer, abandona la capilla y el cementerio. Posteriormente, Perceval derrotará al enemigo de su madre y su hermana. Al final del relato, Dandrane coloca la tela del altar de la Capilla Arrasada entre las reliquias del Castillo del Grial.