Uno de los castillos de Caradós en el Lancelot (en prosa), mencionado por vez primera por la prima del duque de Clarence. La dama lo describe e indica a su primo por dónde debe entrar para no tener graves problemas: deberá evitar ir por la primera puerta, pues hay en ella permanentemente diez caballeros armados, que cortan la cabeza al que quiere entrar. Por la parte trasera, en cambio, entre el foso y la empalizada, puede encontrarse un postigo bajo y estrecho, y sobre el foso un tablón largo y estrecho, peligroso de atravesar. Una vez atravesado, el caballero entrará en el primer recinto por el postigo y después encontrará dos recintos amurallados más. Si se consiguen atravesar los tres recintos se llega a un hermoso jardín en medio del cual hay una torre, a cuyo pie mana una fuente. En la torre se encuentra Galván prisionero en una mazmorra llena de culebras, custodiado por la madre de Caradós, que le odia porque le acusa de haber matado a su hermano Gadrás el Negro. En la torre se encuentra también una doncella que había pertenecido a la prima del duque y que será la que ayudará a Galván: acabará con las serpientes dándoles de comer una clase de pan mortífero para ellas; luego, administrará abundantes alimentos al caballero y le curará las heridas. Acudirán, pues, al castillo de Lanzarote, el duque de Clarence e Yvaín: Caradós será vencido y Galván, liberado. A veces se confunde con el Castillo de la Dolorosa Guardia.