Castillo situado en las cercanías de la Dolorosa Guardia, a orillas del río Humber, y en el bosque de Brequeham; pertenecía al duque de Cambenync. Galván acierta a pasar cerca del lugar después de haber abandonado la Landa de la Encrucijada y se encuentra con un clérigo que se dirige a ver a un ermitaño. Toda la zona está arrasada como consecuencia de la guerra que mantienen el rey de Norgales y el duque de Cambenync, señor del castillo de Leverzerp, donde al día siguiente han de encontrarse los dos ejércitos. Galván decide ir a Leverzerp y, después de dormir en casa del ermitaño, el clérigo lo acompaña hasta allí. Cuando llega, el combate ya ha comenzado y los del castillo llevan la peor parte. Galván se pone del lado de los más débiles y, al final, son derrotados los hombres del rey de Norgales. La batalla de Leverzerp se convierte en una jornada gloriosa para Galván por las grandes proezas que allí realiza.