Ciudad y reinos situados en el Oriente Medio, de donde, según el autor de la Estoire Saint Graal, provenían los sarracenos. Gobernada por el rey Evalach y su cuñado Serafe, tras la victoria que sus habitantes obtienen sobre el ejército de Tolomer gracias a la ayuda de José de Arimatea, la ciudad en pleno se convertirá al Cristianismo, empezando por sus dos principales mandatarios, que recibirán por el bautismo los nombres de Mordraín y Nascién. Es en Sarraz donde Josefés, hijo de José de Arimatea, será consagrado obispo por el mismo Jesucristo, y donde llegará a contemplar los misterios del Grial antes de emprender con su padre el viaje que llevará el santo misterio a Occidente. Tras la partida del rey Mordraín hacia Bretaña, los egipcios, intentando vengar la derrota y muerte de Tolomer, invaden el reino y ocupan la ciudad, que se resiste heroicamente. Al ser derrotados la incendiarán en un acto de despecho; pero la ciudad, bajo las órdenes de Eliezer y Grimal, volverá a ser reconstruida. Sarraz marca la aparición y desaparición del Santo Grial sobre la faz de la tierra. En efecto, a Sarraz deben llevar el Grial los tres caballeros escogidos, Boores, Perceval y Galaz, según las indicaciones de una voz milagrosa. Transportados desde la isla de Bretaña por la nave de Salomón, en un viaje en el cual las nociones del tiempo y espacio se difuminan por arte de magia, a su llegada a Sarraz los tres paladines del Grial encuentran el cuerpo de la hermana de Perceval, que había llegado allí en un bajel igualmente milagroso, y lo entierran en el Palacio Espiritual. Los caballeros serán hechos prisioneros y encarcelados por la envidia del rey de la ciudad, Escorantz; pero la visita diaria del Grial los mantendrá vivos. Un año después de su llegada, el rey, en el lecho de muerte, se dará cuenta de su error y los dejará libres. Ante la necesidad de escoger un nuevo rey, los ciudadanos, aconsejados por una voz misteriosa, eligen al joven Galaz. Apenas había transcurrido un año desde la coronación, se les aparece Josefés, que, tras explicar el alto significado del Grial, se lo enseña abiertamente a Galaz. Tras la contemplación del misterio, y ante la consternación de sus súbditos, Galaz muere. El Grial, juntamente con la lanza sangrante, será recogido por una mano maravillosa, bajada del cielo a tal efecto. Un año y tres días después de la muerte de Galaz morirá Perceval, convertido en ermitaño. El último de los tres caballeros, Boores, habiendo enterrado a Perceval junto a su hermana en el Palacio Espiritual, retornará a la corte de Arturo para contar y hacer contar las últimas y maravillosas aventuras del Grial. La localización geográfica de Sarraz se sitúa en Oriente, quizás en Jerusalén, aunque algunos autores (como Malory) parecen inclinarse hacia algún lugar del reino de Bretaña.