Castillo del Grial, también llamado Castillo de las Aventuras o Venturoso, situado en Listenois. Fue construido por el rey Alfasein (llamado Kalafes antes de recibir el bautismo) para albergar el Grial. En él viven Pelinor, Helaín (o Alain de la Isla) y Pelés. Residencia del Rey Pescador. Aparece por primera vez en el Perceval de Chrétien de Troyes. Las primeras indicaciones del autor acerca de este castillo denotan ya su carácter extraordinario: es el más bello castillo que puede hallarse hasta Beirut, situado en un valle, cuadrado, construido con roca gris y con dos torrecillas alrededor. El interior de las galerías será descrito con detalle, resaltando en ellas —además de su carácter único en el mundo— la claridad que llena la sala. La luz la producen aquí los abundantes cirios y el fuego, o la doncella portadora del Grial. En la Primera Continuación, a pesar de que se remite a la obra de Chrétien para la descripción del castillo, incluye en las galerías el detalle de mencionar el material y la disposición del pavimento de la estancia: mármol con las juntas de hierba fresca. En esta obra reaparece la idea de la claridad de la sala, unida a la omnipresencia del blanco, color claramente vinculado a la luz. El carácter maravilloso del castillo lo representa en gran manera el cortejo que en él pueden contemplar los caballeros que allí acuden: aunque con variantes significativas, el cortejo lo componen un paje, que empuña una lanza de la que mana una gota de sangre; otros pajes con candelabros de oro; una doncella que sostiene entre las manos un grial de oro puro y piedras preciosas; y una doncella con un plato de plata. Las diferentes reacciones de los personajes ante este cortejo marcarán desenlaces diferentes del episodio. El Castillo del Grial tiene además otra característica extraordinaria. En la obra de Chrétien, cuando Perceval se levanta al día siguiente lo encuentra desierto; en la Primera Continuación, durante su primera visita al lugar, Galván se duerme escuchando el relato del rey y se despierta, sin haber sido consciente de haberse movido, en unas marismas, encontrando sus armas, su arnés y su caballo atado a un árbol. En la segunda visita de Galván al Castillo del Grial, en esta misma obra, el acceso se produce de un modo distinto a los dos anteriormente citados: Galván empieza a caminar por una avenida elevada que se adentra en el mar y al fondo ve una luz. Se dirige a ella, y se encuentra así en el castillo. Aquí también despertará al día siguiente y el castillo habrá desaparecido. La Continuación de Gerbert de Montreuil describe una visita de Perceval al Castillo del Grial, en la que éste se sitúa de nuevo en el fondo de un valle y al lado de un río. Al castillo se le aplica sólo el adjetivo «poderoso», y la habitación donde se encuentra el rey se describe como pintada y adornada con mosaicos, sin par en el mundo. Reaparece aquí la blancura de la estancia y de las doncellas del cortejo, y es el momento en que Perceval consigue soldar perfectamente la espada. En la Continuación de Mannessier, donde Perceval pregunta todo lo que quiere saber cuando visita el Castillo, al día siguiente éste no ha desaparecido ni se ha vaciado de todas sus gentes. Perceval se va de allí por su propia voluntad, y a pesar de los ruegos de su huésped, en las dos ocasiones que lo visita. Es también en Corbenic donde tiene lugar, en esta misma Continuación, la coronación de Perceval, durante la cual reaparece el cortejo del grial, que alimenta a todos los que han acudido a lo largo de todo el mes que dura el pleno de la corte. Este castillo es llamado Corbenic en el Lancelot en prosa; en la primera visita que allí realiza Galván se describe como pequeño pero bien asentado, situado al fondo de un valle. El agua lo rodea por todas partes, al igual que las murallas almenadas. Galván encuentra antes que nada a una doncella metida en una gran cuba de agua hirviendo a la que no puede salvar —sólo podrá hacerlo el mejor caballero—, en vista de lo cual se dirige al palacio principal. En esta ocasión el cortejo está precedido por la aparición de una paloma blanca que lleva en el pico un incensario de oro y que desparrama por la sala todo tipo de aromas. La paloma entra en una habitación de la que, al cabo de un rato, saldrá la doncella portadora del vaso. Tras la desaparición de la doncella, desaparecen también los manjares que Galván tenía delante; cuando los demás terminan de comer, desaparecen todos y Galván permanece encerrado en la sala. A partir de este momento, el caballero deberá superar una serie de aventuras, para acabar atado a una carreta conducida por una vieja que le arroja fuera del castillo. También Lanzarote llega al Castillo de Corbenic, encuentra a la doncella de la cuba de mármol y logra salvarla; levanta la losa de una tumba y vence a la serpiente que se encuentra dentro. Aparecen también en esta ocasión la paloma y la doncella con el vaso. Y en esta visita de Lanzarote al Castillo de Corbenic caerá en la trampa que le han tendido para que yazca con la hija del rey Pelés y engendre en ella a Galaz, definitivo héroe del Grial. Otro caballero que llega al Castillo de Corbenic es Boores el Desterrado: en una primera visita, debe vengar la afrenta hecha a Mariale; en esta ocasión contempla el Grial, aunque no lo lleva la hija del rey Pelés, por haber perdido la pureza en su relación con Lanzarote. La segunda vez que Boores llega a Corbenic, se ve obligado a combatir con Brinol de la Empalizada antes de entrar en el Castillo: este caballero guarda el puente contra cualquier caballero del rey Arturo, pues la hija del rey Pelés lo ha rechazado aduciendo su amor por Lanzarote. En esta segunda visita, Boores ve al nieto de Pelés y se entera del nombre del niño, de quién es su padre y de las circunstancias en las que fue concebido Galaz. La paloma y el grial que provee de comida las mesas también reaparecen ahora, y se indica que las salas en las que se encuentran los comensales reciben el nombre de Palacio Venturoso (o de las Aventuras), precisamente por los exquisitos manjares que de continuo prodiga el grial. Boores saldrá victorioso de las mismas aventuras que había soportado Galván en aquel lugar, y sabrá de qué modo fue tullido el Rey Pescador. En el Tristan (en prosa) se denomina Castillo de las Aventuras y se atribuye su construcción al mago Tanabrus, quien lo hace invisible para muchos caballeros: en esta misma obra, Corbenic aparecerá como el grito de batalla de Galaz. La Estoire Saint Graal atribuye en cambio su construcción a Kalafes, que recibió allí sepultura junto con Helaín el Gordo, y lo sitúa, como el Lancelot en prosa, en la Tierra Foránea. Esta obra localiza dentro de Corbenic el Palacio de las Aventuras en el que aparece el Grial.