Rey pagano de Norgales. Se convierte en perseguidor implacable de José de Arimatea y sus partidarios, cuando éstos llegan a Bretaña con el propósito de cristianizarla. Entre los vasallos de Crudel se cuenta Ganor, señor del castillo de Galefort, que es uno de los más fervientes seguidores del evangelizador de Bretaña, razón por la que Crudel le declara la guerra. Más tarde, consigue encarcelar a José de Arimatea, Josefés y buena parte de los cristianos que habían venido con ellos desde Oriente. Mordraín, Nascién y Celedonio atacarán a Crudel y a sus gentes para liberar a los prisioneros: en el transcurso de una dura batalla entre los dos ejércitos, la mayor parte de los partidarios de Crudel, entre los que figuran numerosos miembros de su familia, van siendo abatidos, encontrando la muerte. Así ocurre con su padre, Lidel, que en dicha batalla actúa como portaestandarte de su hijo, con su medio hermano Leodaire, que manda un destacamento en la batalla y es derrotado por Nascién, y con sus sobrinos Lidel y Bohalés. Finalmente, el propio Crudel muere a manos de Mordraín. Después, Celedonio, el hijo de Nascién, ocupará el trono de Norgales, convirtiéndose de este modo en el primer rey cristiano del país. Se ha intentado buscar relaciones entre el personaje de Crudel y algunas personas documentadas históricamente, como, por ejemplo, el rey picto Brude I, que durante un tiempo manifestó una gran hostilidad hacia las actividades misioneras de Columbano.