Hijo de un gigante y de una bruja; hermano de Alienor, tío de Escanor de la Montaña Blanca. Es un caballero de gran tamaño, temido en toda Bretaña por sus actos violentos y desmesurados. Su fuerza depende de la intensidad del sol, de forma que a mediodía alcanza el poder y la resistencia de tres caballeros juntos. Este peculiar modo de ser, sumado al color rojo de su escudo, le confieren una dimensión simbólica especial que se debe relacionar con toda probabilidad con la mitología céltica, en la que el sol es el dios de los muertos y se representa con el rojo. El destino de Escanor parece ser, desde el principio, la confrontación con Galván, ya que ambos caballeros nacieron al mismo tiempo, y a Galván le advierte su madre que no será vencido por nadie, pero que debe guardarse de Escanor, el único que le infunde temor y malos presagios. Después de haber sido derrotado por Galván en un primer combate, Escanor intenta raptar al sobrino del rey Arturo para ayudar a Escanor de la Montaña Blanca, pero fracasa y sólo puede apresar a Giflete. Para poder enfrentarse con Galván, Escanor envía a una doncella a la corte del rey Arturo; éste la nombra botellera real y la pone bajo la tutela de Galván; a continuación, Escanor entra en el palacio y en presencia de todos secuestra a la doncella, obligando a Galván a emprender la persecución. Finalmente, el sobrino del rey Arturo alcanzará al gigante y le dará muerte (aunque en este aspecto los textos discrepan), tras un terrible combate en el que el paso del tiempo favorece a Galván, pues con la llegada de la tarde el poder del sol se debilitará y Escanor perderá sus fuerzas.