Hijo de Don, natural de Carduel. Hermano de Galentivet y primo de Héctor, por lo que es posible que también le unan lazos de parentesco con Lanzarote. Caballero y servidor de confianza del rey Arturo, es compañero de Galván, Yvaín, Lucano el Botellero, Keu el Senescal y Saigremor el Desmesurado, en sus quehaceres. Está como prisionero en el Castillo Orgulloso y en la Dolorosa Guardia, a la que había llegado a las órdenes de Galván, buscando a Lanzarote. Se encuentra al lado del rey Arturo en la batalla final de Salesbieres; el día siguiente a la batalla, acompaña al rey, que está gravemente herido, hasta orillas de un lago, donde el rey le ordena que arroje su espada Escalibor. Giflete, que no entiende las motivaciones que tiene Arturo para deshacerse de la valiosa arma, desobedece dos veces, pero la tercera vez se ve obligado a cumplir el mandato del rey y, así, sus ojos contemplan cómo una mano que surge misteriosamente del lago toma la espada y se hunde con ella bajo las aguas. Después, Giflete ve llegar un barco con Morgana a bordo, que recoge a Arturo y se lo lleva. Es la última vez que el rey es visto con vida. Algunos días más tarde, el mismo Giflete encuentra la tumba del monarca en la Capilla Negra. La ruina del mundo artúrico es una realidad. Giflete se hace ermitaño y muere poco tiempo más tarde. Giflete no actúa como protagonista en ninguna novela conocida de tema artúrico; sin embargo, se suele identificar con Jaufré, hijo de Dovon, héroe de la obra homónima.