La Doncella Orgullosa desafía a Galván a cruzar el Vado Peligroso. El caballero, que ha oído decir que el que atraviese el Vado tendrá más fama que nadie, se lanza a ello y, no sin esfuerzo lo consigue. Cuando ya está en la otra orilla ve a un caballero de gran hermosura que caza solo con un gavilán y dos perros. Ese caballero es Guiromelant, señor de Orquenesles. Galván y él se saludan y Guiromelant le cuenta que la Doncella Orgullosa que le ha hecho pasar el Vado es conocida como la Orgullosa de Logres y que, en otro tiempo, él la había amado, aunque nunca había recibido más que desprecios y jamás había podido obtener de ella ni un beso sin arrancárselo por la fuerza. Galván le pregunta por el castillo en el que ha pasado la noche anterior y Guiromelant le revela quiénes son las damas que allí viven: Ygerne, madre del rey Arturo y abuela del propio Galván; la mujer del rey Lot, es decir, la madre del sobrino de Arturo, y su hermana, Clarissant. Guiromelant, que todavía no sabe el nombre del caballero a quien le está contando todo esto, le confiesa entonces su odio hacia Galván, a pesar de que ama desesperadamente a Clarissant, su hermana. Guiromelant no olvida que el padre de Galván mató al suyo y que el propio sobrino de Arturo dio muerte a uno de sus primos. Entonces, el anónimo interlocutor de Guiromelant le confiesa que él es ese caballero al que tanto odia. Guiromelant ve su ocasión de vengarse. Sin embargo, no renuncia a encargarle que le lleve de su parte un mensaje y un anillo a Clarissant, como prueba de amor. Galván accede y ambos caballeros se comprometen a encontrarse en ese mismo lugar al cabo de siete días, acompañados de testigos de sus respectivas tierras, para librar un combate singular. Galván vuelve al Castillo de las Reinas, donde tampoco saben su nombre todavía, y entrega a su hermana lo que Guiromelant le ha dado para ella. Clarissant le confiesa que nunca ha visto a su amigo ni él a ella, pues se aman sin conocerse. En este punto, la novela de Chrétien, Perceval, queda truncada. La Primera Continuación relata cómo Galván va a buscar a Arturo para que le sirva de testigo en el combate contra Guiromelant y cómo Clarissant descubre que su hermano y el hombre al que ama van a batirse a muerte. El combate, efectivamente, se lleva a cabo, pero ninguno de los dos resulta malparado, porque los ruegos de Clarissant son finalmente más poderosos que los deseos de venganza. La boda de Clarissant y Guiromelant pone punto final al conflicto. Guiromelant es un personaje inventado por Chrétien.