Hijo de Pelés, el Rey Ermitaño, y, en consecuencia, sobrino del Rey Pescador, del Rey del Castillo Mortal, y de Iglais, madre de Perceval y Dandrane; es, por tanto, primo de Perceval y sobrino-nieto de José de Arimatea. En un encuentro con Galván en el bosque, Josefés le explica la historia de su vida: mató a su propia madre porque le había augurado que no heredaría el reino de su padre y que se convertiría en hombre de religión. El rey Pelés se convirtió en ermitaño al conocer el asesinato de su esposa; y Josefés no quiso heredar el reino que habría obtenido por medio del asesinato y decidió asimismo hacerse ermitaño. Josefés, que había sido expulsado del bosque donde vivía por su tío el Rey del Castillo Mortal, encuentra a Perceval y lo acompaña en la conquista del Castillo del Grial, pues a pesar de haberse convertido en ermitaño conserva las armas y mantiene un acentuado espíritu guerrero que le había llevado a defenderse eficazmente de los ataques de cuatro caballeros ladrones. Después de la conquista del castillo y del suicidio del Rey del Castillo Mortal, el Grial vuelve a aparecer y los ermitaños pueden regresar al bosque, pero Josefés se queda en el castillo.