Hijo de Antor. Senescal del rey Arturo y portaestandarte del reino de Logres. En tempranas fuentes galesas, el senescal Keu es uno de los más prominentes guerreros de Arturo y suele aparecer mencionado en un lugar preferente entre los caballeros del rey, casi siempre acompañado por el copero Beduier. En algunas de estas obras se le señala como un caballero particularmente apuesto y bello, y en todos los casos aparece como guerrero valiente y eficaz en los combates. En Culhwch y Olwen, Keu aparece caracterizado como héroe dotado de poderes sobrenaturales, capaz de aumentar su altura hasta convertirse en un gigante, de proporcionar calor a sus compañeros durante las noches frías e incluso de poder respirar bajo el agua. En la Historia Regum Britanniae, de Godofredo de Monmouth, Keu, aun sin poseer facultades sobrenaturales, es un valiente guerrero, que conduce a su cuerpo de ejército a la victoria durante la batalla contra los romanos y que muere combatiendo y es llorado por todos sus hombres; Keu es enterrado, con la dignidad que requiere su condición de duque de Anjou, en la ciudad de Chinon, que él mismo había fundado. Esta imagen se verá muy modificada a partir de las obras de Chrétien de Troyes. Keu, establecido como uno de los elementos constantes de la corte de Arturo, se convierte progresivamente en un hombre desagradable, temido por sus comentarios sarcásticos y despectivos (que a veces parecen fruto de la envidia) y su carácter fanfarrón, orgulloso y pendenciero, defectos que se suelen atribuir al hecho de que fuera amamantado por un ama de cría de baja condición, pues su madre tuvo que ocuparse de Arturo. Algunas de estas características, como por ejemplo su falta de cortesía con los recién llegados a la corte de Arturo que podemos observar en Perceval, ya se insinuaban en obras anteriores como Culhwch y Olwen, pero será en las obras de Chrétien donde éste y otros rasgos negativos se acentuarán progresiva y claramente. El carácter descortés y brusco de Keu ya aparece levemente insinuado en Erec en el episodio del reencuentro de Erec con el séquito del rey Arturo, cuando Keu, sin reconocer a Erec, intenta llevarlo al campamento del rey contra su voluntad. En Yvaín, su actitud de burla para con el gesto cortés de Calogrenant provoca la reprensión pública de la reina, que además pone de relieve en sus palabras que la actitud insolente y descortés de Keu es la habitual en este personaje. En Chevalier de la Charrette, Keu exige orgullosamente el derecho a defender a la reina y amenaza con abandonar la corte si su petición es denegada; el rey accede a la demanda de Keu, aunque con ello pone en peligro la seguridad de la reina, porque aprecia lo suficiente a su senescal como para evitar a toda costa que abandone la corte. La petición de Keu, que resulta vencido en el combate contra el raptor de la reina, será la causa del largo secuestro de Ginebra en un país lejano. En las obras de Chrétien, Keu es un caballero mediocre, que fracasa en la mayoría de acciones caballerescas que emprende y prácticamente en todos sus combates resulta desarzonado y a veces herido. Su carácter pendenciero y descortés sirve en muchas ocasiones de contrapunto a la cortesía y elocuencia de otros caballeros como Galván: así ocurre, por ejemplo, en el famoso episodio de las tres gotas de sangre en la nieve de Perceval. Sin embargo Keu goza siempre, a pesar de su actitud descortés y de su ineptitud para el ejercicio de la caballería, del favor y la estima del rey Arturo; la actitud del rey resultaría incomprensible si no tomáramos en consideración los antecedentes gloriosos de Keu en obras anteriores. En las narraciones en verso posteriores a Chrétien se repiten a menudo las situaciones y rasgos ya establecidos: así, la falta de cortesía del joven Keu para con el joven escudero que llega a la corte de Arturo en Fergus, o en el Atre Perilleux o la Mule sans frein, su decisión de salir de la corte para vengar una afrenta al rey o buscar una aventura determinada y su fracaso en estas empresas. Pero en estos casos, el carácter de Keu sufre modificaciones; así, en Escanor, Keu se convierte en un caballero valeroso y un hábil combatiente y al mismo tiempo en un tímido amante que no se atreve a declarar su amor por Andriuete aunque, al mismo tiempo, sigue conservando algunos defectos como su insolencia. En otras obras en prosa Keu aparece como hermano de leche de Arturo y a veces se convierte en personaje digno de admiración, aunque en general, el tratamiento del personaje recibe rasgos negativos. En Perlesvaus, Keu es un asesino traidor, ya que en cierto momento se descubre que dio muerte a Lohot, hijo de Arturo, cuando estaba durmiendo indefenso; Keu, además, se atribuyó la victoria sobre el gigante Logrín, al que realmente había matado Lohot; cuando se descubre el engaño, Keu huye de la corte y se une a Bruyán de las Islas, enemigo de Arturo. En los textos germánicos los autores parecen ser conscientes del pasado glorioso de Keu y su figura es tratada con un cierto respeto. No es éste el caso de la obra holandesa Walewein ende Keie: en ella, las mentiras que Keu (Keie) inventa sobre Galván (Walewein) obligan a éste último a salir de la corte para defender su dignidad; a su regreso, después de superar un número increíble de aventuras, Keu es tachado públicamente de mentiroso y expulsado vergonzosamente de la corte. Keu muere en una de las últimas batallas del rey Arturo, aunque los textos no coinciden en si fue contra el emperador romano, contra los aliados de Mordret, o en Irlanda.