Rey de Leonís. Hijo de Sador y de Celinde; sobrino de Helaín el Gordo; casado con Gloriande; padre de Candaces. Su historia es el resultado de múltiples separaciones, reencuentros y muertes violentas, más del gusto de las tragedias griegas o de las novelas bizantinas que del mundo artúrico. Sador había salvado a Celinde de un naufragio, y luego se casó con ella. Celinde fue raptada; creyendo que su marido había muerto, se vuelve a casar; el segundo marido, Canor, abandonó a Apolo en un bosque, donde lo encontró un caballero, que se ocupará de criarlo, y al que el mismo Apolo matará más tarde. Apolo dará muerte también a su padrastro Canor (que será enterrado en el templo de Venus), a su padre Sador y al gigante del Bosque del Jayán; se casará con su propia madre, sin saber que lo es, y ésta intentará matarlo cuando San Agustín le descubra la verdad. Muere a manos de un hijo de Clodoveo que estaba enamorado de Gloriande; ésta, que no correspondía a los sentimientos del asesino de Apolo, se suicidará arrojándose desde una torre. En la figura de Apolo se mezclan diversas leyendas de la Antigüedad clásica, entre las que destaca la de Edipo, que suministra la mayor parte de los materiales que forman al personaje, y el «esquema narrativo».