Caballero de la Mesa Redonda y botellero de Arturo. Es hermano de Beduier, personaje que también ejerce a menudo el oficio de botellero en la corte de Arturo. Aparece en numerosas obras, tanto en prosa como en verso, ya que es uno de los personajes fijos de la comunidad artúrica, aunque suele desempeñar papeles de escaso relieve. Precisamente por su carácter de personaje fijo, es habitual que se aluda tan sólo a su presencia en actos como torneos o asambleas que reúnen en torno al rey Arturo a todos los miembros de su corte, pero rara vez se relatan sus hazañas. Es uno de los caballeros que llegan al Castillo Orgulloso; combate contra su defensor, es vencido y su contrincante lo mantiene prisionero. Es objeto de burlas por haber rehusado luchar contra un caballero que lo desafía, al que finalmente conseguirá matar. En alguna otra ocasión, interviene en defensa de los débiles, combatiendo contra dos caballeros que intentan cegar a un tercero. En las novelas en prosa, Lucano toma parte en diversas aventuras colectivas, en las que también intervienen los más destacados caballeros de la corte de Arturo. Así, sale a buscar a Lanzarote, junto con treinta y nueve compañeros, y con Galván dirigiendo la expedición. También, es uno de los buscadores del Grial. Fracasa, como tantos otros, en la aventura de la «Imagen Horrible». Asimismo, lucha contra los Sajones en importantes batallas como la de Carohase. Una de las apariciones más peculiares de Lucano en la literatura artúrica se sitúa al final de Mort Artu: el Botellero es uno de los pocos que salen con vida de la cruenta batalla entre los ejércitos de Arturo y de Mordret que tiene lugar en las llanuras de Salesbieres. Él y Girflete, que según algunos textos es su primo, se llevan al rey moribundo a la Capilla Negra. Una vez allí, Arturo pasa toda la noche rezando ante el altar. A la mañana siguiente, Lucano se le acerca para comprobar si todavía vive. El rey, con grandes esfuerzos, ya que todavía lleva puesta su pesada armadura, se incorpora y abraza a Lucano, que, a diferencia de su señor, está desarmado. A pesar de estar en plena agonía, Arturo le aprieta tanto en su abrazo, que Lucano muere aplastado. Días más tarde, Girflete vuelve a pasar por la Capilla Negra y descubre en ella, una junto a la otra, las tumbas de Lucano y del propio rey Arturo.