Señor de la Torre de la Empalizada, Meliadús debe su sobrenombre al color de sus armas. Cabalgando por el bosque con dos hermanos suyos, les sale al paso un caballero que había matado a un primo hermano de los tres caballeros. Caen sobre él y, por tomar mayor venganza, lo atan a la cola de uno de los caballos y lo arrastran. Al mismo tiempo Arturo, Ginebra y su cortejo se hallan cerca del lugar en una cacería. La reina sorprende la cruel acción de los tres hermanos y les pide que suelten a la víctima. La negativa de Meliadús y sus hermanos provoca una refriega con diez caballeros que acompañan a Ginebra en la que mueren aquéllos. Meliadús, que se da a la fuga, jura no dejar con vida a ningún caballero de la reina que pase junto a su torre. Esta costumbre dura todo un año hasta que Lanzarote derriba y hiere a Meliadús, al que concede merced a condición de que se entregue a Ginebra como prisionero. Llegado a la corte de Arturo, la reina lo retiene a su lado, pues se trata de un excelente caballero. En adelante llevará a cabo numerosas proezas. Participa en la demanda del Grial y encuentra la muerte en Camelot, ahora como compañero de Lanzarote en el rescate de Ginebra, al ser derribado por Gueheriet y caer en la hoguera en la que se va a quemar a la reina por su adulterio.