Padre o antepasado de Gais el Gordo (abuelo de Perceval) y de Perlesvaus, por línea paterna. Amigo de José de Arimatea, Nicodemo participa en el descendimiento del cadáver de Cristo de la cruz, bien por orden de Pilato, quien le manda que lo entregue a José, bien ayudando a éste en la tarea. Nicodemo construye un crucifijo y lo arroja al mar en Jaffa, en el reino latino de Jerusalén; milagrosamente, la figura llega hasta Lucca, donde es conservado en la catedral. El cadáver de Nicodemo se guardaba en una pequeña capilla de Camelot, de donde fue trasladado al Castillo del Grial; Perlesvaus lo lleva consigo en su travesía final. La historia de Nicodemo se la cuenta un ermitaño a Nascién, que impresionado por los hechos abandona el mundo de las armas y la caballería para dedicar el resto de su vida al ascetismo.