Salisbury, en el condado de Wiltshire. Según la tradición historiográfica latina fue en sus llanuras en donde se detuvo, alrededor del año quinientos, la invasión anglosajona del sudoeste de la isla; tradición recogida también por Geoffrey de Monmouth en su Historia Regum Britanniae, que sitúa en la misma zona la batalla entre las fuerzas de Aurelio Ambrosio y los Sajones. En homenaje a los muertos en ella Aurelio, aconsejado por Merlín, levantará un monumento funerario con piedras traídas a tal efecto desde Irlanda (es posible que se trate del círculo mágico de Stonehenge). La batalla queda también recogida en las Prophéties Merlin, en donde las fuerzas de Uter y Pandragón infligen en el mismo lugar una derrota definitiva a los Sajones. En la Suite Merlin (Vulgata), Arturo y sus aliados se reunirán allí con los reyes rebeldes y sus huestes para ofrecer un frente común a los Sajones. Y finalmente, según el último capítulo de la Queste, es en un armario del monasterio de Salesbieres en donde se guardó la historia del único superviviente del trío de caballeros escogidos para el Grial, Boores, a su vuelta a la ciudad celestial de Sarraz, copiada por unos clérigos bajo las órdenes de Arturo. Sin embargo, la llanura de Salisbury será recordada para siempre por los lectores de la saga artúrica como el marco de la batalla final entre las huestes de Arturo y su hijo incestuoso, Mordret, en que la flor de la caballería perecerá víctima de una lucha insensata y fratricida.