Hermana de Serafe y esposa de Evalach. Su bautizo, anterior a la conversión de su hermano y de su esposo, fue debido al efecto milagroso que las plegarias de Salustio obraron sobre su madre, Flegentina, gravemente enferma, devolviéndole la salud. Así, Sarracinta es una de las primeras mujeres que se convirtieron al Cristianismo en la narrativa artúrica, pero, al contrario de lo que ocurrió con otros personajes, mantuvo el nombre que tenía cuando era pagana (o sarracena), pues era un nombre cargado de significado, ya que equivalía —asegura un texto— a «llena de fe» (cfr. West, Prose, s.v.). Sarracinta morirá el mismo día que su esposo, aunque esta afirmación no coincide con los testimonios que hacen llegar la vida de Mordraín (Evalach) hasta los tiempos de Galaz, es decir, unos cuatrocientos años más tarde: si Mordraín pudo sobrevivir fue gracias a que su plegaria ante el Grial fue escuchada; de Sarracinta, nada se sabe.