Reino de Diana en tiempos de Virgilio. Según la tradición, Arturo, herido gravemente en la batalla final de Salisbury, es llevado por su hermana Morgana a una isla en la que será curado de todas sus heridas y de donde volverá finalmente a ocupar para siempre el trono de Inglaterra. En sus Otia imperialia, Gervasio de Tilbury, que visitó Sicilia a finales del siglo XII, cuenta que según la tradición oral Arturo seguía vivo, y que habitaba en una lujosa cueva en las profundidades del monte Etna. Ello vendría a corroborar la creencia de que el rey vivía aún en una isla eternamente florida. Así lo creía el autor de Floriant et Florette, cuyo héroe es el hijo de un rey de Sicilia vilmente asesinado por un senescal. Morgana recogerá al huérfano en el castillo de Montgibel y lo educará como corresponde a un caballero. Requerido por el joven, Arturo llegará con su ejército a la isla para ayudar a que el protegido de su hermana recupere el trono que le ha sido arrebatado injustamente. Sicilia podría ser también, por la dirección y la duración del viaje, la isla a la que llega el joven Guillem de Torroella a lomos de una ballena atendiendo, aun sin saberlo, a la llamada de Morgana, apesadumbrada por el súbito empeoramiento de su hermano (Faula).