Tío de Melián de Lis, este caballero de la Mesa Redonda participa en la batalla que las tropas artúricas libran contra los Sajones cerca de Clarence y ayuda a Aglován a defender su tierra del invasor Agripa, también sajón. Hospeda amablemente a Galván, al que no reconoce y que anda en busca de los tres caballeros que se jactan de haberlo matado. Tristán le muestra el brazo derecho del supuesto cadáver de Galván que guarda como si se tratara de la reliquia de un santo y luego le indica dónde puede encontrar a los asesinos. Fracasa en la aventura de la Imagen Horrible y en el intento de extraer la lanza clavada en el cadáver de Raguidel. Aunque Paris distinguió este Tristán del de Leonís, Loomis estima que deben ser un mismo personaje, ya que el sobrenombre «el que nunca rió» se aviene con el trágico destino del amante de Iseo. West señala, en favor de Paris, que los rasgos antipáticos del personaje apuntados en algún texto no concuerdan con la caracterización tradicional de Tristán de Leonís y que en otra ocasión aparecen ambos citados por separado.