Caballero de la Mesa Redonda. Hijo de Néstor de Gaunes y hermano de Blanor. Descendiente de David y emparentado, según algunos textos, con el linaje de Lanzarote. Blioberís es uno de los caballeros armados con los que los de la Mesa Redonda combaten para rescatar a las doncellas descendientes de las guardadoras de las copas de oro. El rey Amangón había raptado a estas últimas, rompiendo así la costumbre de las fuentes. Como consecuencia de ello, la corte del Rey Pescador no había vuelto a ser encontrada. En dicho enfrentamiento contra los caballeros del bosque, Galván vence a Blioberís y lo envía como prisionero a la corte de Arturo. Allí, Blioberís entra a formar parte de la comunidad artúrica y se destaca por sus dotes como narrador de fascinantes historias y relatos, entre los que figura, evidentemente, cómo el rey Amangón había provocado la interrupción de la mencionada costumbre de las fuentes. Basándose en esta particularidad del personaje y en la semejanza de un nombre con el del «narrador» Breri o Blihis (Bledhericus o Blaise), algunos críticos los han identificado. Blihis es citado como fuente para las historias de Tristán e Iseo y del Grial, y el mismo autor de la Elucidation lo cita como autoridad al principio del poema (véase Blaise). En Bel Inconnu, Blioberís aparece como defensor del Vado Peligroso. Renaut de Beaujeu lo describe como un caballero inmejorable en las armas, pero cruel y traidor. Mantiene, al igual que sus antepasados, la costumbre del Vado, según la cual ningún caballero pueda atravesar el río por ese paso sin combatir con él. En siete años, Guinglaín es el primero que consigue vencerle y tras ello lo envía como prisionero a la corte de Arturo. Blioberís se compromete a cumplir con lo que le impone Guinglaín, pero falta a su palabra. En cuanto Guinglaín se va, envía tres compañeros suyos para que le den caza y lo lleven a su presencia vivo o muerto. Guinglaín, sin embargo, los derrotará también. Más tarde, Blioberís y los otros caballeros vencidos por Guinglaín se encuentran con Rubia Esmerada de camino a la corte de Arturo y le cuentan la historia de sus respectivas derrotas. Tras entregarse como prisionero a Arturo, Blioberís permanece en la corte y participa en el torneo del Castillo de las Doncellas. Este personaje tiene también un papel relativamente destacado en Mervelles Rigomer, donde tras derrotar a cinco caballeros, en el transcurso de lo que constituye, dentro del relato, su principal aventura, queda apresado en Rigomer, víctima de los encantamientos que dominan este reino, y finalmente es liberado por Galván. Por sus hazañas es nombrado conde de Poitiers. Blioberís toma parte en diversas aventuras de carácter colectivo, como la campaña contra Claudás, la búsqueda de Lanzarote, la lucha contra Raolais y contra los Sajones, la aventura de la Imagen Horrible y la defensa de la casa de la madre de Aglován contra las tropas de Agripa. Blioberís aparece repentinamente al final de la Mort Artu, después de la batalla de la llanura de Salisbury, convertido en ermitaño. Tras la mencionada batalla, Lanzarote llega a una ermita en la que encuentra al arzobispo de Canterbury y a Blioberís entregados a la oración y contemplación. Le cuenta que están allí desde el mismo día de la batalla y que tienen intención de pasar el resto de sus vidas como ermitaños. Lanzarote se les une, y más tarde, cuando le llega la muerte, Blioberís y el arzobispo son los encargados de llevar su cuerpo a la Alegre Guardia.