Dos personajes distintos, pero de características similares, reciben este nombre. Se distinguen por poseer un escudo con un dragón que despide llamas terroríficas. Ambos son caballeros malvados y asesinos y terminan sus días a manos de Perceval. El primer caballero, un gigante, es señor del Castillo de los Gigantes y suele merodear por la Isla de los Olifantes. Asesina a Helaín de Escavalón y guerrea contra Arturo por la muerte de su amigo o, quizás, pariente Logrín. En el combate final, Perceval le corta la mano y hunde su espada en la boca del dragón, que vuelve sus llamaradas hacia su dueño, al que reduce a cenizas. El otro personaje es hermano del rey Maragón y construye una ciudad en las Islas del Mar. Obtiene el extraordinario escudo gracias a los poderes mágicos de una bruja. Asesina al amigo de Claire, la Doncella del Carro, a la vez que asedia Monteclaro, pero su encuentro con Perceval le hace pagar con la vida ambos delitos. Persuadido antes de morir por el Galés, el caballero se arrepiente de sus muchos pecados y muere en la fe de Cristo.