Señora pagana del Castillo del Cerco de Oro, que recibe este nombre porque allí se custodia la corona de espinas que llevó Cristo en la pasión. Según le explica a Lanzarote un caballero, vasallo de la Doncella, ésta ha engastado la reliquia en oro y piedras preciosas y una vez al año los caballeros y las damas del reino acuden a adorar la reliquia. Ningún caballero podrá conquistar el Cerco de Oro, salvo aquél para el que está destinada esta hazaña y que no es otro que Perceval. La Doncella del Cerco de Oro era la amiga de Helaín de Escavalón, al que mató el Caballero del Dragón Ardiente. Al llegar Perceval al castillo del Cerco de Oro, la Doncella le ofrece la reliquia como recompensa si logra vencer al Caballero del Dragón, asegurándole, además, que si resulta vencedor, ella abrazará la Nueva Ley y se hará cristiana. Perceval mata al Caballero del Dragón y se hace acreedor del título de Caballero del Cerco de Oro, puesto que, en una breve ceremonia, la reina le hace entrega de la santa reliquia, ciñéndosela en la cabeza. Después, la Doncella recibe el nombre de Elyza en el bautismo, y vivió el resto de sus días de forma santa. Su cuerpo yace en el reino de Irlanda.