Hijo de Arguel, rey de Escavalón; hermano de Dodinel el Salvaje, primo de Galván y sobrino del rey Arturo; es duque de Clarence, título por el que se le nombra en numerosas ocasiones. Como gran parte de los caballeros de la Mesa Redonda, de joven destaca por su valor frente a los Sajones y por ayudar a Aglován contra el ejército de Agripa. A pesar de ser un caballero de corta estatura, Galescalaín es fuerte y está bien proporcionado. Presencia el rapto de Galván por parte de Caradoc el Grande, y con Lanzarote, Yvaín y Urién decide ir en busca del sobrino del rey Arturo sin decírselo a nadie más. En su búsqueda llega a la Blanca Torre, donde es acogido por una dama, prima suya, que, al enterarse de la aventura que Galescalaín ha emprendido, le cede uno de sus vasallos para que le sirva de guía hasta la Dolorosa Torre, castillo perteneciente a Caradoc el Grande, en el que está prisionero Galván. Sin embargo, cuando parte de la Blanca Torre, otra doncella le hace abandonar su camino y lo lleva a un castillo en el que Galescalaín tiene que combatir contra cuatro villanos: al vencerlos, quedan libres de su yugo los habitantes del lugar. La misma doncella lo conduce luego a un monasterio en el que hay una puerta que el Duque de Clarence tiene que abrir: sólo lo conseguirá el caballero elegido que debe poner fin al rapto de Galván. Galescalaín fracasa en su intento, pero a pesar de ello continúa su empresa, y cae preso en el Valle de los Falsos Enamorados y, más tarde, en la Colina Prohibida. En ambos casos lo libera Lanzarote. Finalmente, Belyás el Negro lo derriba en la Fuente de los Sicomoros, poniendo fin a su búsqueda, y de nuevo lo salva el mismo Lanzarote.