Joven, bello y noble caballero, hijo de Hoel, rey de Bretaña, y hermano de Iseo de las Blancas Manos. Kaherdín se convierte en un fiel amigo de Tristán al llegar éste a Bretaña. Luego, Kaherdín descubre que el matrimonio de su hermana y Tristán no se ha consumado y acusa a Tristán de ofender gravemente a su hermana y a su familia. No obstante accede a viajar a Cornualles para comprobar que Iseo la Rubia es realmente su verdadero amor, según le ha confesado Tristán. En Cornualles, Kaherdín puede comprobar la superior belleza de la reina Iseo y se enamora de una de sus doncellas. Cuando los dos amigos han regresado a Bretaña y Tristán resulta gravemente herido por una lanza envenenada, Kaherdín viaja a Cornualles para conseguir ayuda de Iseo la Rubia. Según otras versiones, Kaherdín se enamora de la reina Iseo, que al principio lo acepta como amigo de Tristán, pero lo rechaza cuando Tristán descubre sus cartas de amor, que provocan el enfrentamiento de los dos amigos, la huida de la corte y la locura de Tristán. Kaherdín intenta alejarse de la reina y dominar sus sentimientos sin conseguirlo. En su errancia Kaherdín combate contra su padre, Hoel, que había ido a Logres en su búsqueda, pero los dos se reconocen sin haberse causado graves daños. Finalmente, desesperado y creyendo que su vida no tiene sentido, consigue huir a Bretaña, donde intenta una vez más ponerse en contacto con Iseo, pero la cruel respuesta de la reina hace morir a Kaherdín. Los comentarios duros y cínicos de Kaherdín cuestionando el sentido de la vida caballeresca prefiguran, según E. Baumgartner, la actitud de Dinadán en episodios posteriores.