Mordraín

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Carlos Alvar
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Tal es el nombre que toma Evalach, rey de Sarraz, al ser bautizado en la fe cristiana (sobre su vida anterior véase Evalach). Dios pone a prueba la sinceridad de su conversión conduciéndolo a la Roca del Puerto Peligroso, donde es sometido a una dura sucesión de peligros, tentaciones diabólicas, tormentas y privaciones. En la travesía de vuelta encuentra a su cuñado Nascién y a su sobrino Celedonio, que lo conducen hasta la Nave de Salomón, donde se halla la Espada del Extraño Tahalí, que Nascién ha partido en dos al defenderse con ella de un gigante.

Tal es el nombre que toma Evalach, rey de Sarraz, al ser bautizado en la fe cristiana (sobre su vida anterior véase Evalach). Dios pone a prueba la sinceridad de su conversión conduciéndolo a la Roca del Puerto Peligroso, donde es sometido a una dura sucesión de peligros, tentaciones diabólicas, tormentas y privaciones. En la travesía de vuelta encuentra a su cuñado Nascién y a su sobrino Celedonio, que lo conducen hasta la Nave de Salomón, donde se halla la Espada del Extraño Tahalí, que Nascién ha partido en dos al defenderse con ella de un gigante. Mordraín, ungido ahora por la gracia divina, junta ambos trozos y la espada queda soldada al instante. Cuando José de Arimatea y sus discípulos son enviados por Dios para convertir a los sarracenos que ocupan Bretaña, y Josefés, el hijo de aquél, cae prisionero del malvado rey Crudel, Mordraín acude con una poderosa flota y derrota al infiel. Pese a la gravedad de las heridas sufridas en el combate, Mordraín, milagrosamente, no siente su dolor. Mientras los cristianos oran ante la mesa del Grial, Mordraín se acerca, lleno de curiosidad, al sagrado objeto. Una voz le advierte que se retire, pero, al persistir en su empeño, surge ante el Grial una nube que le deja ciego y paralítico. Arrepentido de su osadía, Mordraín suplica a Dios que, recompensándolo al menos por sus servicios, aplace su muerte hasta el momento en que pueda abrazar y besar al caballero de su linaje que está llamado a contemplar las maravillas del Grial. Debilitado hasta la consunción, Mordraín permanece postrado durante cuatrocientos años, con sus heridas abiertas incesantemente y alimentado sólo por la sagrada comunión, hasta que, al fin, Galaz, habiendo cumplido su alta misión, lo visita en la abadía donde yace y satisface su voluntad. Mordraín recupera entonces la vista y, dando gracias a Dios, muere abrazando a Galaz. Cuando los presentes observan su cadáver descubren, maravillados, que no hay rastro alguno de las heridas que tan largo tiempo había tenido. Mordraín aparece, en el conjunto del ciclo artúrico, como una suerte de doble del Rey Tullido. El nombre del personaje podría derivar del abad Maurdramnus del monasterio benedictino picardo de Corbie, que vivió en el siglo VIII.
CP GM, CP M, EstSG, Grim, LA, DSG, QSG, Stòria del Sant Graal, TrPr, Mal, JA, HG. 
Genero
Masculino
Textos
CP GM, CP M, EstSG, Grim, LA, DSG, QSG, Stòria del Sant Graal, TrPr, Mal, JA, HG.