Nombre que recibe Serafe, duque de Orberique, al ser bautizado tras la batalla contra Tholomer, rey de Babilonia. Hermano de Sarracinta, casado con Flegentine, padre de Celedonio, abuelo de Narpús y cuñado de Evalach (Mordraín), su descendencia conduce directamente, a través de diez generaciones, hasta Galaz, el Caballero Escogido. Interviene en algunas aventuras, fallidas, relacionadas con los misterios del Grial. Así, por un tiempo queda ciego tras haber osado mirar dentro del sagrado objeto, hasta que un ángel le devuelve la vista ungiéndole los ojos con gotas de sangre de la Lanza Vengadora. Del mismo modo, cuarenta años después de la Pasión de Jesucristo, empuña la Espada de David, o Espada del Extraño Tahalí, que se encuentra en la Nave de Salomón, para defenderse de un gigante, pero la espada se parte en dos cuando la blande, de acuerdo con la advertencia que presentaba la misma espada inscrita en su hoja: «El que me tome recibirá mayor afrenta de lo que pueda creer en el momento que más me necesite, y en el que yo debería serle más agradable, le seré más traidora». Dios castiga el gesto presuntuoso de Nascién haciendo que reciba una herida en el hombro. Sufre encarcelamiento bajo la acusación de haber asesinado a Mordraín, acto del que es inocente, por lo que es liberado por la gracia divina y conducido a la Isla Giratoria. Convertido en soldado de su nueva fe, parte para Bretaña en auxilio de sus correligionarios y destaca en los lances bélicos. Nascién muere el mismo día que su esposa y su hermana.