Caballero de baja condición, hijo de Tarsín. Está enamorado de la Dama de Roestoc, vecina suya, que lo rechaza porque no es de su condición; enfurecido, le declara la guerra; pero será vencido por Galván, que actuando como paladín de la dama hace que se rinda. Es derrotado, también, por Branor el Bruno en una justa. Más tarde, aparece casado con una bella dama de Cornualles, que es cortejada por Tristán y por Marco: el afecto de la dama hacia Tristán tendrá una doble consecuencia: por una parte, la enemistad de Segurades, que se aleja del reino para olvidar sus infortunios amorosos; por otra, el enfrentamiento de Tristán y Marco. Al dejar Cornualles, Segurades es hecho prisionero por el gigante Nabón el Negro, que lo recluye en el Valle de la Servidumbre. Tristán acaba con el gigante gracias a la ayuda de Segurades, y en agradecimiento, el vencedor lo nombra nuevo señor del lugar, que recibirá a partir de entonces el nombre de la Tierra Libre de Tristán. El afecto que a raíz de este episodio cobra Segurades por Tristán será profundo y lejos de los rencores iniciales: reconoce ante todo al mejor caballero, que ha hecho de él un hombre valiente y decidido, merecedor de los mayores honores. Por eso, cuando se entera de que su amigo Tristán ha muerto —aunque la noticia es falsa— cae enfermo de tristeza. Conocedor de distintas leyendas, será Segurades quien explique a Lanzarote el origen de la fuente que todo lo cura y el origen de la Bestia Ladradora. Según algunos textos ingleses, murió en el enfrentamiento de los partidarios de Lanzarote contra los hombres de Arturo, cuando rescataron a Ginebra de la hoguera a la que había sido castigada al descubrir Gueheriet su relación con Lanzarote.