Hijo ilegítimo de Urién y de la mujer de su senescal, con la que estuvo viviendo más de cinco años, a despecho de los respectivos cónyuges; cuando nació el niño, hubo un gran escándalo y el rey Urién tuvo que dejar a la mujer del senescal, pero se quedó con el hijo, lo crió y le dio tierras abundantes. Yvaín el Bastardo vivió siempre al lado de su hermanastro Yvaín el Grande, que era un poco más viejo que él y de quien fue compañero inseparable. Yvaín el Bastardo es padre de Cahú. Al igual que ocurre con otros homónimos suyos, este Yvaín no destaca por las hazañas que lleva a cabo, que son casi siempre de carácter colectivo: lucha contra los Sajones, participa en las búsquedas de Lanzarote, fracasa en la aventura de la Imagen Horrible, ayuda a Aglován contra los romanos de Agripa, cae prisionero de Keu, cuando éste forma parte de la mesnada del traidor Bruyán de las Islas, y, finalmente, combate contra Galván durante la búsqueda del Grial, es herido de muerte por su oponente, cuya identidad ignora, y que lo lleva a una abadía cercana, en la que muere cristianamente entre los brazos de Héctor, mientras Galván intentaba arrancarle el trozo de lanza que le había quedado clavado en el pecho. Fue enterrado en la misma abadía, delante del altar mayor.