Erguida en la ribera de un río en Galefort, en ella están enterrados los ciento cincuenta paganos que rechazan recibir el bautismo cuando su señor, el duque Ganor de Galefort, se convierte al Cristianismo y mueren ahogados en un castigo divino. Josefés, que ha ganado a Ganor a la fe de Cristo, manda que la construyan para que los caballeros del futuro rey, Arturo, encuentren siempre en ella aventuras maravillosas. Se dice que la Torre existe hasta que Lanzarote la destruye cuando los dos hijos de Mordret se refugian en ella, «según cuenta la Mort Artu», verosímilmente tras el desastre de Salesbieres, aunque ese enfrentamiento tiene lugar en Winchester y no se menciona en absoluto la Torre de las Maravillas.